
Aquí vengo con la última ronda de los 15 ejercicios artísticos que propongo para estos días de descanso y vacaciones. Para que aproveches tus vacaciones, si lo deseas, a conectar artística e íntimamente contigo. Si te perdiste el post anterior puedes leerlo aquí.
Quiero insistir en la importancia de que nada de lo que hagas te hará bien si lo enfocas desde la obligación. Tal como me despido en todos los posts, siéntete libre para todo lo que hagas en la vida. Ya sea para comentarme (¡que me encantará que lo hagas!), para dedicarte a los ejercicios que propongo o para relajarte un buen rato en el sofá. Si quieres hacer los ejercicios estará bien. Si no quieres hacerlos también estará bien. Lo más valioso que aprendí en la universidad fue una frase de mi profesora: “No hay respuestas correctas o incorrectas. Justifica tu planteamiento y hallarás la verdad en ella”.
Así pues, si has llegado motivado y deseando practicar los 8 ejercicios que te propongo hoy, no me demoro más. ¡Allá van!
8. Pinta un sueño
Este ejercicio vale si lo tomas tanto en sentido literal como figurado.
Me refiero a que si eres de las personas que recuerda sus sueños te animo a que los plasmes en papel. No sé si llegarás a ver elefantes con eternas piernas como los de Dalí, pero nada como el inconsciente para hacerte volar. Yo hace años tenía una libreta en la que escribía los sueños y años después releerlo fue entre divertido y revelador.
La otra opción es aprovechar la desconexión que ofrece el verano para trazar un nuevo objetivo para el inicio de curso. El inicio del curso está a la vuelta de la esquina y todos tenemos sueños y proyectos para empezar con energía. Te animo fervientemente que des rienda suelta a tu anhelo e ilusión. Da forma y trazo a los sueños que deseas conseguir en el nuevo curso que empezará.
Y te animo también a que lo hagas y lo mantengas en un lugar visible para ti. No es necesario que esté en un lugar visible de tu hogar. Puede estar en el interior de la puerta de tu armario, entre las hojas de tu agenda… O como es mi caso, escaneado y puesto como fondo de escritorio en el ordenador. Será tu tablón motivacional al que recurrir para no perder el foco y navegar a la deriva de la urgencia durante el curso.
9. Inventa versos
Es un ejercicio breve para iniciarte en el mundo de la metáfora y seguir soñando despierto. No es necesario que rimen, ni que mantengan una métrica estandarizada. Recuerda que son ejercicios artísticos, no vas a publicarlos. Vaya, al menos no es mi intención añadirte esta presión.
Como ejercicio inicial, prueba a escribir 3 palabras inconexas y darles forma y relación en una frase. Intenta que el verso te transmita emoción y te haga pensar, pero si no lo consigues no te castigues. Me refiero a que si escribes “perro”, “volar” y “espiral”, y sólo se te ocurre “El perro volaba en el aire haciendo espirales”, no te ofusques. Recuerda que es bueno tener a tu perfeccionista a raya, y que “hoy está suficientemente bien”.
10. Escribe un cuento
Seguimos con la escritura, esta vez algo más extenso. Si has hecho el ejercicio de los versos ya empezarás a tener soltura con la pluma. Creo que un cuento es un relato lo suficientemente largo como para dejar volar la imaginación, pero no tan extenso como para perder las ganas de hacerlo. Da igual la temática, da igual si tiene moraleja o no, lo importante es escribir y dejar que brote el talento para soñar escribiendo. Las normas básicas de narración es que contemple un inicio, un nudo y un desenlace. Todo lo demás es cosecha propia.

11. Dibuja sombras
Siento ser repetitiva, pero es que los ejercicios que te propongo son favoritos, y éste lo disfruto como una enana. Dibujar sombras me divierte y me concentra como pocos ejercicios lo hacen. Ya sea de una parte del cuerpo o de cuerpo completo como en el de pintar en la arena, de la silueta de una farola o de la silueta de una hoja que baila en el aire. Además, personalmente creo que el contraste del negro de la silueta sobre la página blanca tiene un impacto visual que emociona al que lo recibe. La concentración al reseguir la silueta ayuda a vivir el momento de manera tan presente que relaja la mente y la sensación de paz es notable.
12. Visita un rincón de tu niñez
Aprovecha la libertad de horarios de tus vacaciones para visitar un lugar que hace tiempo que no visites. Déjate sorprender por el paso del tiempo, inundarte por la añoranza de lo que significó ese lugar para ti. Escribe si hace falta lo que se te pasa por la mente y por el corazón. Sentir esas emociones son tan válidas e importantes como las emociones de euforia y alegría. Tus vacaciones son tiempo para descansar y conectar contigo. Conecta con la persona que fuiste al caminar por ese rincón. Comprende qué parte de ti quedó en esos rincones y el espacio que dejó para ser la persona que eres en la actualidad. No hay respuestas malas ni buenas.
Incluso a veces es tan sencillo como explicar en voz alta a tus compañeros de viajes donde habías jugado, qué tiendas había que ya no están o qué helado solías comprarte en tu heladería preferida años atrás.
13. Acude a un concierto
No me dirás que hago complicados estos ejercicios… Buen tiempo, fiestas populares, música al aire libre. Además de gritar a pleno pulmón la canción, y saltar en los estribillos como si no hubiese un mañana, te animo a que te deleites simplemente escuchando la música, que no es poco. Cuando hago este ejercicio personalmente me gusta centrarme en un solo instrumento y notar como sus notas salpican la melodía, me fijo en la potencia de la voz en el directo sin arreglos de estudio.
Y en mi gusto más voyeur contemplo por turnos a los músicos que participan en el escenario. Ver la pasión del momento en su lenguaje corporal es poesía en movimiento. Y me inspira enormemente la manera de comunicarse entre ellos a través del instrumento, de gestos y miradas cómplices.

14. Descubre tu banda sonora
Desde hace años a modo de juego conmigo misma, busco canciones en distintas situaciones que me ocurren. Ya sea porque vivo momentos de felicidad que me hacen saltar de alegría y tararear un estribillo festivo. O ante situaciones injustas, tristes y negativas me ha ayudado a poner distancia al reconocer mi sentimiento en las palabras y ritmo de una canción. Ayuda a relativizar los problemas, a conseguir la calma y a veces sonreír ante la adversidad. Todas las situaciones de la vida tienen una banda sonora, ¡te invito a que encuentres la tuya!
15. Lee un libro de arte
“Wow, Maite, en vacaciones: lee un libro”. Lo sé, otro topicazo en verano. Y tu ironía se dispara a máximo nivel.
Efectivamente, te invito a que leas, pero en concreto te animo a que busques un libro sobre arte. Descubre que Vincent Van Gogh en vida vendió cuadros (y muchos) pero que murió pobre porque se lo gastaba todo en prostíbulos. Las vidas trágicas de artistas han hecho gran favor al mito de que para triunfar en el arte tienes que llevar una vida miserable. Desmitificar esto da para un post, incluso para dos.
O descubre que Kandinsky no fue el creador del movimiento de abstracción si no una mujer, Hilma af Klint, que años antes fue pionera en este movimiento artístico. Por cierto, ¿te has dado cuenta que la mayoría de artistas que reposan en los museos son hombres? Créeme, las mujeres de esos siglos también pintaban y a veces con más talento que algunos de los que tienen obras en museos. Esto también da para un post.
Espero que te lleves a tus vacaciones alguno de estos ejercicios, los practiques y que haciéndolos te encuentres contigo mismo y con tus sueños e imaginación.
Gracias por pasarte a leer. Siéntete libre para comentar.
M.angélica Arcos G. says
Muchas gracias.Muy bonitos,entretenidos y ayudan a descubrir cosas.
Maite Galán says
Querida M. Angélica, muchas gracias por tus palabras. Me alegra que te haya aportado valor. Un abrazo!