
Hoy te voy a explicar porque sé que sabes dibujar, aunque tú no te lo creas. ¿Quieres saber por qué?
¡Dale al play!
Este post viene inspirado en un post que publiqué hará un año, puedes leerlo aquí.
Y es que quiero animar al artista que llevas dentro. Es un tema que me toca muy de cerca y quizás pueda ayudarte si estás en la misma situación, y es que, a pesar de que soy arteterapeuta, no sé dibujar.
- ¿Una arteterapeuta que no sabe dibujar?
- ¡El mundo se va a acabar!
Pues sí, pero no por mi culpa.
La razón por la que no sé dibujar es que no soy artista.
Llegué a la terapia creativa por mi formación sanitaria, soy terapeuta ocupacional, así no me he formado en artes, más allá de lo que mi curiosidad y dedicación me dan para aprender.
Pero encuentro muy interesante la barrera mental de “no sé dibujar”. Como si necesitases una certificación para poder expresarte a través del dibujo.
Para empezar me gustaría tranquilizarte diciéndote que seguramente sí sabes dibujar. ¿Por qué digo esto? Porque para trazar una línea o un punto en un papel necesitas, entre otras más, las siguientes habilidades cognitivas y motoras:
- Vista / Tacto: para contemplar un objeto, o el papel mismo en el que vas a dibujar. El tacto complementa o sustituye la vista para descubrir volúmenes y proporciones (esterognosia).
- Coordinación viso-manual: para tomar el lápiz y ponerlo sobre el papel, para medir los objetos con el dedo…
- Coordinación motriz fina: para tomar el lápiz y trazar las líneas que forman el dibujo.
Sacúdete ese miedo
Llegados a este punto, tú sí sabes dibujar.
Te ofrezco aquí y ahora un ejercicio que no podrás rechazar de sencillo que es. Toma un trozo de papel, no es necesario que sea grande, con un post-it es suficiente, y un lápiz y bolígrafo. Prueba a hacer un monigote:
- una redonda que representa la cabeza.
- 5 líneas, una hacia abajo que representa el cuerpo. Dos en el primer tercio del cuerpo que representan los brazos. Y las dos últimas al final del cuerpo que representan las piernas.
Está bien, lo que acabas de hacer se le llama "Dibujo".

Miedo a no saber hacerlo mejor
Sí, tienes razón, es un dibujo plano. ¿Y porque este dibujo no está a la altura de ésto?

Pues porque trabajan diferentes hemisferios cerebrales.
El hemisferio izquierdo es el más racional, el más lógico. Observa el objeto y genera una abstracción de él, y lo simplifica para ahorrar energía al procesar la futura información similar. Es por eso por lo que sabes que todo este montón de garabatos son, en realidad, la misma letra.
Es el hemisferio que, durante muchos años, los años de escolarización, que son esenciales para nuestro desarrollo, nos han entrenado y potenciado. Abandonando el entrenamiento del hemisferio derecho, el más creativo, el que se maravilla con los pequeños detalles y los recuerda para plasmarlos posteriormente.
Sabes dibujar si sabes observar
Es la introducción más conocida en las clases de dibujo y pintura. Y no me extraña. Es volver a recuperar la curiosidad, la capacidad de sorprenderte por el objeto que observas. Es deleitarte con cada pequeño detalle que descubres. Es como volver a ver por primera vez el objeto.
¿Te das cuenta de la relación que tiene el arte con las técnicas de relajación y mindfulness? Estar en el momento presente, observando con cuidado el modelo y tu dibujo. Una auténtica conexión con lo que experimentas. Sólo por vivir esa experiencia, ¡bien vale la pena ponerse a dibujar un ratito!
¿Y sabré dibujar como un profesional?
Pues, dedicándole horas a esta habilidad, tienes asegurado el éxito. Aunque debes ser consciente de que los dibujantes profesionales tienen su especialización. Algunos son excepcionales en el retrato, otros en los paisajes y otros en el anime.
¿Qué toca ahora?
Pues como ya te digo en muchas ocasiones, las habilidades se consiguen entrenándolas. Así que, si tu deseo es aprender a dibujar, inventa, crea un espacio de tiempo para poder dedicarle a esta nueva habilidad que estás entrenando
¿No te acabo de convencer?
Piensa en la escritura.
La escritura es una representación gráfica de algo tan abstracto como un sonido. Y no aprendiste a escribir en un par de clases. De hecho, hay gente que sigue aprendiendo. Es más, las hay que toman clases para mejorar su caligrafía artística, vamos, lo que viene siendo el “lettering”.
Y al igual que la escritura, que representa los sonidos, también puedes representar las emociones. No es imprescindible “saber dibujar”, te lo aseguro. ¿Qué forma tiene para ti la ira? ¿qué color tiene para ti la tristeza? Te animo a que llenes páginas de tu propia representación de las emociones que vives. Puede ser la mejor manera adentrarte de manera segura en el arte y de descubrirte. Cada persona tiene su propia versión de las emociones y eso es algo que tú también puedes trabajar desde el arte, sepas de perspectiva y profundidad o no tengas ni idea. Puede ser la manera más segura de irte quitando el miedo a tomar un lápiz, o el pincel y sentirte más sensible hacia el arte.
Y ni que decir tiene, que estarás descubriendo muchísimo de lo que eres y de lo que sientes.
Y si quieres conocerte a través del arte te invito a descargarte, al suscribirte a mi Newsletter, mi Guía de 3 ejercicios de Arteterapia, una guía con la que podrás hacer un autovaloración a nivel emocional a través del arte. Descárgatela y pruébala, porque no te va a dejar indiferente, ya lo verás.
Gracias por pasarte a leer . Siéntete libre para comentar.
Abril says
Gracias por tu articulo. Reciba un cordial saludo.
Maite Galán says
Gracias por tu comentario, feliz de que te aporte valor! Saludos!!