
Hoy te propongo un ejercicio para conectar con tu parte más inocente, espontánea y auténtica. Quiero que saques a tu niño interior, ese que tienes callado y quieto para que no moleste al adulto que llevas puesto. ¡No esperes más y dale al play!
Y es que los adultos que nos rodeamos de niños, sean hijos, sobrinos, nietos, o alumnos tenemos el privilegio de estar en contacto directo con esa libertad y espontaneidad que tienen por bandera los niños.
Sus conclusiones elocuentes y sus descubrimientos a lo que nosotros damos por hecho, dan aire fresco a nuestro mundo ya conceptualizado.
Si has visto mis anteriores videos sabrás que estoy preparando para finales de año un programa para potenciar la educación emocional a través del arte para niños de 0 a 6 años, dirigido a madres, padres e hijos.
Y sí, dirigido a los niños, pero sobretodo también dirigido a las mentes que cuidan y educan a esos niños, los padres y madres.
1. Recuerda a tu niño interior
El ejercicio que te propongo tiene que durar en total entre 30 y 40 minutos.
Quiero que pienses en tu infancia, y que conectes con tu parte más exploradora, más osada, más transgresora y hagas un recorrido a las trastadas más memorables de tu infancia.
Tómate 10 minutos máximo para esta parte.
Intenta que sean de tu niñez más que de tu adolescencia, hoy necesitamos sacar tu parte más creativa, no más reivindicativa.
Intenta hacer recuerdo de aquellas anécdotas que más recuerdan tus familiares cuando os juntáis en celebraciones. O aquella de la que, aún pasando los años, logras recordar con todo lujo de detalles.
En estos 10 minutos recréate recordando el escenario: si actuabas sólo, si había más personas, si hubo alguna conversación durante la pillería... Si hubo reprimenda por parte de algún adulto, o si la pillería quedó impune. Cómo te sentiste después de la trastada y si volviste a repetirla. Si has sido un niño o niña con más de una trastada memorable puedes hacer selección o pensar en general en todas ellas.
2. Exprésate a través del color y la forma
Intenta plasmar en un papel un fotograma del episodio seleccionado. Para esta parte del ejercicio toma entre 15 y 20 minutos.
Poco más puedo decirte, sé tú mismo para expresarlo.
3. Pon por escrito el trabajo artístico elaborado
Ya sólo queda la última parte del ejercicio.
Toma los 5-10 minutos restantes y dale la vuelta a la hoja, o si el trabajo artístico está húmedo toma otra hoja de papel, o tu diario y lápiz o bolígrafo. Es hora de escribirle una carta a ese niño. Aquí aparecerá una mezcla de sentimientos entre lo que hiciste y la persona que eres ahora. Intenta plasmar esa dicotomía o ese conflicto, porque todo lo que hiciste en un pasado para bien o para mal, forman parte de tu manera de ser ahora. Y aceptar eso está bien.
Y hasta aquí por hoy. Espero que el ejercicio te haya hecho reflexionar y empatizar con la magia creativa y la energía de los niños que tienes a tu alrededor y de tu propio niño interior. Y si te ha gustado el ejercicio, espera a ver todo lo bueno que va a traer el nuevo curso que lanzaré a finales de año.
Gracias por tu tiempo. Siéntate libre para comentar.