Tal como hablábamos la semana pasada en la primera parte del post La motivación de septiembre. Parte I, septiembre es, junto Año Nuevo, la fecha ideal para emprender nuevos retos y marcarse objetivos. En esta entrada vamos a ahondar más sobre el trabajo de los objetivos.
La semana anterior hicimos un listado de objetivos a largo y corto plazo y los dividimos en secciones como profesionales, personales, financieros… Es evidente que todos influyen en todos; si mejoras a nivel profesional, es casi seguro que mejores en el aspecto financiero, pero el dividirlos en secciones nos ayuda a poner foco en cada uno de los ámbitos y a centrarnos más fácilmente.
Crear un plan de acción
Con la lista desglosada en objetivos a largo y a corto plazo, calcula de manera realista el tiempo aproximado que necesitas para conseguirlo. Y sigo con el ejemplo de la entrada anterior. De nada sirve querer cambiar de trabajo de inmediato si el siguiente trabajo va a aportarte la misma insatisfacción, la idea es cambiar a mejor, no cambiar para seguir igual. Así que plantea tiempos realistas y no temas si ves lejos lograr tu objetivo. Llegar al otro lado del mundo también requiere tiempo por muy rápido que vuele el avión. Vamos a ello:
Objetivo a largo plazo: cambiar de trabajo
Objetivo a corto plazo:
– Mejorar idioma extranjero: apuntarse a una academia de idiomas (9-18 meses, de uno a dos cursos lectivos), ver películas en ese idioma (1 por semana), leer libros en dicho idioma (1 al mes).
– Perfeccionar uso de programa informático específico. Apuntarse a un curso para el manejo de dicho programa (2 meses), buscar tutoriales y artículos por internet en relación al programa (1 hora por semana)
– Hacer curso específico. Apuntarse a un curso de la temática de interés (3 meses), buscar tutoriales y artículos por internet en relación al curso (1 hora por semana)
– Actualizar currículum. Después de acabar las formaciones anteriores. 1 Día.
– Actualizar perfil en webs específicas laborales. Después de actualizar el currículum. 1 Día.
– Enviar o entregar currículum a empresas en las que quiero presentar mi candidatura. Después de actualizar el currículum. 1 Semana.
Una vez tienes desglosados los objetivos en estrategias y tiempos para cumplirlos valora honestamente qué objetivos te interesan más. Sea porque son más fáciles de cumplir, porque sean más motivadores, o porque tengan una fecha límite (quizás es curso que quieras hacer empiece en septiembre y no se vuelva a hacer hasta el siguiente curso). Sea por lo que sea, escoge en qué objetivo vas a trabajar en los siguientes meses.
Ya estamos más cerca de completar nuestro plan, sólo nos quedan dos pasos.
Calendarizar los objetivos
Cuánto vas a tardar en empezar. Este paso necesita un calendario cerca, sea en el móvil, sea en calendario de papel. Y consiste sencillamente en repartir en el calendario los objetivos que te has marcado. Tomar uno de los objetivos que has escogido y marcar su inicio desde el día de hoy. Sigamos con nuestro ejemplo:
Uno de los objetivos es mejorar un idioma extranjero, y una de las tareas es apuntarse a una academia. Marca en el calendario el día que vas a ir a apuntarte. En el caso en que no tengas decidido a qué academia apuntarte, marca en el calendario los días de que dispondrás para ir a academias e informarte, y también marca en el calendario el día en que te vas a decidir por una de ellas a inscribirte. Si una vez por semana vas a ver una pel·lícula calendariza qué día va a ser y más concretamente las horas. Así sabrás sin fallo qué día tienes disponible para hacerlo, si algún festivo interfiere en el objetivo para posponerlo a otro día esa semana, o simplemente, ser consciente de que esa semana te lo puedes saltar sin remordimiento.
Calendariza todos los objetivos que te hayas planteado, todo lo que no esté marcado en el calendario corre el peligro de desaparecer en la borágine del día a día y volver a la lista interminable del inicio. Y no has hecho tanta faena priorizando y marcando objetivos en vano, ¿no?
Llamada a la acción
O lo que se entiende coloquialmente como «ponerse en marcha». De nada servirá las trabajadas listas con bolígrafos de distintos colores, si luego no puedes marcar nada como hecho.
Es lo que más cuesta para conseguir tus objetivos, pero lo único efectivo. Hacer, hacer, hacer, y hacer.
Revisión de objetivos
Esto, al igual que marcarse los objetivos en un determinado tiempo, debe hacerse cada cierto tiempo. Sin excepción. Yo aconsejo, y de hecho es lo que hago y me funciona muy bien, es hacer esta revisión antes de iniciarme con otro objetivo. Por ejemplo, si en septiembre inicio un plan de acción, antes de empezar con el plan de acción del objetivo de enero reviso cómo me va con el objetivo asumido 3 meses antes. Esto me ayuda a ponerme en marcha para acabar de cumplirlo antes de empezar uno nuevo, es como una motivación, para mí el premio de acabar el objetivo de septiembre es avanzar hacia el objetivo de enero. Si en la revisión comprobamos que no hemos llegado a cumplir el primer objetivo y queremos verlo cumplido, seguiremos centrados en él sin empezar el nuevo, ya que si en los meses que hemos centrados en ese objetivo y no lo hemos cumplido, parece obvio que no conseguiremos lograr dicho objetivo si vamos aumentando las tareas de otro nuevo objetivo. Foco, hay que ponerle foco.
Esta revisión ayuda a saber si se han cumplido las fechas propuesta, revisar si hemos sobrecargado el plan de acción, si sigue interesando el objetivo marcado o si ya hemos conseguido el objetivo:
- Cumplir con las fechas propuestas: Revisa la lista de tareas que en su día calendarizaste. ¿Pudiste cumplirla? ¿Se atascó algún paso del plan? ¿A qué distancia estás de conseguir tu objetivo? La vida está llena de imprevistos. Vacaciones, visitas inesperadas, problemas de salud… Revisa qué pasos del plan de acción no cumpliste y vuelve a calendarizar todo aquello que se quedó pendiente. Importante, si no pudiste cumplir muchos de los pasos no inicies el siguiente objetivo. Céntrate en lo que te falta para poder cumplir tu sueño, vuelve a enamorarte de tus deseos, vuelve a motivarte para cumplir tus objetivos, no permitas que tus sueños se queden en un “y si…”. Actúa.
Esta revisión ayuda a ver si ya diste todos los pasos, cumpliste con las fechas propuestas, pero aún no has logrado tu objetivo por causas externas. Seguimos con el ejemplo del post anterior: El objetivo es cambiar de trabajo, y hemos trabajado el plan de acción, pero estamos en marzo y el curso de idioma no empieza hasta septiembre; o hemos conseguido cumplir todos los objetivos pero no han llamado de ninguna empresa. En este caso, vuelve a calendarizar los pasos concretos del plan de acción que no se han conseguido. Calendariza que en septiembre vas a apuntarte al curso, y vuelve a calendarizar el final del curso para comprobar que has asistido, que has aprendido, y para ayudarte a plantear si necesitas más cursos de perfeccionamiento. En el caso de que no te hayan llamado de ninguna empresa calendariza una próxima revisión en dos o tres meses para comprobar si en ese tiempo no has cambiado de trabajo y ayudarte a plantear si necesitas apuntarte a otros cursos, volver a moverte y repartir más currículums, o incluso cambiar de zona en la que buscas el trabajo (por ejemplo, es más difícil encontrar trabajo de arquitecto en una zona agrícola que en una zona urbana)… Revisar es no dejar aparcado el objetivo, es sacarlo a la luz, sacarle brillo, ponerle foco y lograr lo que nos hemos propuesto.
- Revisar si hemos sobrecargado el plan de acción: En su momento nos marcamos un plan de acción que aparentaba ser realista, pero a mitad de la fecha marcada vemos que no llegamos a cumplirlos. Uno de los objetivos es más complejo de lo que esperábamos. O que durante este tiempo se han añadido nuevos objetivos. Por ejemplo: en un encuentro de cumpleaños con nuestros amigos nos hemos venido arriba y hemos dicho que sí a objetivos comunes de hacer más salidas juntos y nos hemos planteado hacer caminatas y rutas dos días por semana. Llega la revisión de objetivos y vemos que los dos días dedicados a caminar con los amigos nos han quitado tiempo para cumplir los 3 días marcados para ir al gimnasio, o para hacer el curso on-line al que estábamos apuntados… Sea por lo que fuere, esta revisión nos ayuda a encauzar los objetivos que queremos cumplir, y si comprobamos que la lista no es realista y no podemos cumplirla, priorizaremos cómo queremos actuar. Podríamos reducir los días de gimnasio puesto que dos días ya hacemos ejercicio físico con los amigos, o cambiar el día para dedicar toda nuestra atención al curso on-line y no dejarlo aparcado en el buzón de e-mails.
- Ha cambiado el interés del objetivo: Las circunstancias van cambiando a medida que pasa el tiempo y avanzamos en nuestra vida, y necesitamos amoldarnos y priorizar. Imagina que tienes como objetivo a largo plazo viajar más y que este año quieres hacer el Camino de Santiago, y que para tener una buena condición física en el viaje te apuntas al gimnasio. Dicho objetivo se mantiene calendarizado durante dos trimestres, pero durante ese tiempo unos amigos te plantean aplazar el Camino de Santiago para viajar juntos a Münich y te ha parecido una idea fantástica, porque tu objetivo es viajar más y lo vas a cumplir igualmente. En la revisión puedes replantear los objetivos ya que es posible que no necesites trabajar tanto tu condición física y puedes reducir el gimnasio 2 días a la semana en vez de los 5 que hacías para retormarlo más adelante, y seguramente priorices aprender un poco de alemán para defenderte en la ciudad e informarte sobre qué sitios querrás visitar.
- Has conseguido el objetivo: Has estado tan implicado y concentrado en conseguir el objetivo que con el día a día es posible que no te hayas percatado de que has alcanzado tu objetivo. ¡Felicidades de todo corazón! Quizás sí te hayas dado cuenta, pero suele pasar que sólo miramos lo que está por hacer, lo que está por venir, y no nos paramos a pensar en todo el trabajo que hemos realizado, todo lo bueno que ha llegado a nuestra vida y que nos ha sucedido al haber puesto nuestro corazón y mente en lograr lo que deseábamos. La revisión de objetivos ayuda a ser conscientes de todo lo que vamos logrando. De ver cuándo fue un sueño y cómo ha pasado a ser una realidad. En todo caso, lo único que queda en este punto es agradecer el haberlo conseguido y celebrarlo sólo como tú sabes: Una excursión a la montaña, una comida con la familia y amigos, incluso un bailoteo en casa cantando a viva voz… de lo más completo a lo más simple, dedícate un tiempo especial para celebrar que lograste lo que una vez sólo fue un sueño.
Espero que te haya servido y que lo pongas en práctica para futuros deseos a cumplir. ¿Tienes otra manera de plantear y cumplir objetivos? Siéntete libre para comentar.