
Hoy quiero hablarte sobre el minimalismo, pero no sólo como movimiento artístico, sino como camino para el crecimiento personal. Si quieres saber más dale al play o sigue leyendo!
Porque una de las dificultades que más me encuentro en mi trabajo es la de vivir ligeros de cargas emocionales.
Muchos de nosotros arrastramos exagerados pesos de emocionales. Si ya estás familiarizado con el concepto de minimalismo mental y emocional no te diré nada nuevo, pero si aún no lo conoces, aquí va una breve presentación y evolución del movimiento.
Origen del minimalismo
El arte minimalista surgió en la década de los 60 en Estados Unidos en contraposición al auge del Pop Art. Es un arte austero, con colores sólidos, y amplios espacios. Juega con las contraposiciones (claro-oscuro, suave-áspero, brillante-mate…).
Es el encuentro del objeto con el espectador. Sin más pretensiones que la de ocupar un espacio, sin significados retorcidos ni metafóricos propios del hamparte.
Muchas de las obras tienen como título “Sin título”, enfatizando su compromiso con la obra minimalista que tiene por el lema de “menos es más”.
Este movimiento tomó gran relevancia en la arquitectura y en la decoración. Y en los últimos año ha tomado mucho auge como estilo de vida.
Como estilo de vida bien entendido.
Minimalismo como estilo de vida
No es más que interiorizar el lema de vivir con aquello que te aporte valor.
El “menos es más” es análogo a “ten sólo lo que te haga muy feliz”.
Cuantas menos preocupaciones, malas relaciones, menos objetos que te recuerdan conflictos internos o con otros, más espacio físico y mental dispones para disfrutar de tu vida con plenitud.
Minimalismo no significa que tengas que vivir como un asceta, y es posible que ya apliques el minimalismo en tu vida.
Por ejemplo:
Te aportan valor tus 20 pares de zapatos que son tus preferidos, pero no 35, que muchos no son tu talla, no es tu horma o no son combinables con la ropa que más usas.
Te aporta valor decorar tu casa con plantas, pero no con el recuerdo de primera comunión de un sobrino tercero por parte de la cuñada de tu primo.
Te aporta valor las redes sociales pero no te dejas llevar por el efecto de reciprocidad y no sigues a cualquier persona que te dé su like.
Minimalismo y desapego
El minimalismo implica un gran trabajo de crecimiento personal. Es el compromiso de rodearte de las cosas, relaciones y pensamientos que te aportan valor, que te hacen sentir bien, que te hacen sentir con plenitud.
Es tener el valor de ser sincero contigo mismo, decidir qué necesitas en tu vida y qué ya no, y llevarlo a cabo.
Los objetos, las relaciones y pensamientos que te quedan holgados o te sobran, que te ciñen sobremanera o que no te hacen sentir bien se van de tu vida. Todo ello que te provoca una crisis de identidad y es cuando descubres que así no puedes seguir.
El desapego no es vivir sin sentimientos. Al menos yo lo veo así. El desapego es amarte tanto, tener tan buena autoestima, que sabes que todo lo que te rodea es extra. Te hace muy feliz rodearte de tu entorno, pero que si las cosas cambiases tú seguirías siendo feliz porque te tienes a ti, la felicidad no depende de tu entorno si no de ti mismo. A partir de ahí se parte de la propuesta de “bueno, pues si yo soy feliz conmigo mismo ¿para qué amargarme con las cosas externas? ¿Y si me rodeo de todo lo que me hace feliz?”
Suena genial, ¿verdad? Y es tan fáááácil decirlo… ¿Has probado a hacerlo? ¿Mantienes sólo las relaciones que te aportan bienestar, te rodeas de los objetos que necesitas y te aportan felicidad, y proyectas pensamientos hacia ti y hacia los demás que te procuran crecer emocionalmente y sentirte bien contigo mismo?
El minimalismo, como estilo de vida, es un mucho más que tener una decoración de estilo nórdico. Es conocerte a ti mismo, es un gran trabajo personal. Trabajo personal, que yo defiendo hacer a través de la Arteterapia.
Minimalismo y Arteterapia
Me parece interesante focalizar Arteterapia desde el minimalismo, porque parece que no pudiesen ser compatibles.
La terapia a través del arte es la producción de trabajos artísticos, y eso puede implicar colección.
Cuanto más trabajas, más objetos creas, más objetos acumulas. Pero voy a decir una cosa que quizás no te habías planteado.
Y es que cuando el trabajo artístico se ha acabado, cuando su función principal, que es la de ayudarte visualmente a trabajar un aspecto personal, se ha cumplido el trabajo artístico deja de tener sentido.
Me refiero a que si después de elaborar el trabajo artístico deseas deshacerte de él, puedes hacerlo.
De hecho, es de las primeras cosas que digo a las personas que trabajan conmigo. Los trabajos o diarios artísticos que se elaboran durante el trabajo personal tienen la misión de dar claridad, no de decorar o formar parte de la estantería.
Aunque, si para ti los diarios y los trabajos te aportan valor, te dan felicidad y no deseas deshacerte de ellos, estás en tu libre derecho de mantenerlos.
Pero la Arteterapia no es una obra de arte, y si tienes curiosidad, escribí este post y su vídeo lo tienes justo abajo en el que explico las diferencias entre Arteterapia y arte.
Si te soy sincera guardo muy pocas páginas de mis diarios artísticos.
Cuando acabo un diario, puedo hacer un repaso y guardar las páginas más significativas para mí. Y, aun así, con el tiempo, me he deshecho de las que había guardado porque ya no me aportaban valor.
Hicieron su función de hacerme descubrir mis fortalezas, mis necesidades, mis errores. Una vez asimiladas las limitaciones y mis capacidades, la mayoría de los trabajos artísticos dejaron de tener valor y pude deshacerme de ellos sin sufrimiento y con mucho agradecimiento.
Y al igual que conservar los trabajos artísticos, si la pintura te interesa y sí te aporta valor, es esperable que tengas una generosa colección de materiales y herramientas para ello.
Para una persona que le interesa la música o la danza será más generosa su colección de instrumentos y de álbumes musicales. Y así con todo.
Como ya he dicho, llevar un estilo de vida minimalista no es vivir con dos mudas en el armario, es rodearte de lo que te hace feliz de verdad, y el resto descartarlo.
En todo caso, gracias a la Arteterapia descubrirás lo que te hace feliz, lo que te aporta valor en tu vida y te ayudará en el proceso de dejar ir lo que no te llena.
Me pasaría mucho más tiempo hablándote del minimalismo y Arteterapia, pero siento que por hoy es suficiente.
Siéntete libre para comentar.
Y gracias por tu tiempo