
Y es que con el arte podemos trabajar muchas emociones que bailan, en adultxs y en niñxs.
Las trabajamos, les damos voz, la priorizamos en nuestra dinámica familiar.
Eso, es valorar y respetar las emociones. Pero vamos a explicarlo desde el principio.
Dale al play o sigue leyendo 🙂
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¿Qué es la crianza respetuosa?
Suelo acudir a la RAE para comprender el significado que se le da a la palabra. La palabra completa no está así que busco las dos palabras.
Crianza: Acción y efecto de criar, especialmente las madres o nodrizas. También tiene el significado "mientras dura la lactancia".
Respeutosa: Que causa o mueve a veneración y respeto.
Así que confirmo el concepto respeto.
Respeto: Veneración, acatamiento que se hace a alguien.
Así que el significado que te doy es una amalgama de distintas webs que visito especializadas en maternidad y crianza.
La crianza respetuosa, es la crianza que se basa en 3 pilares: la igualdad, la empatía y el respeto.
Y se basa en ellas porque aplicándolas educamos para que lxs niñxs normalicen y aprendan a respetar sin jerarquías.
Eso significa que es importante tratar a lxs niñxs como lo que son: personas. Que lxs adultxs se merecen respeto sí, pero lxs niñxs también. Aunque también es cierto que hay familias que entre los adultos se relacionan con menosprecio, si se hablan así entre ellos, cómo van, ni siquiera a respetar a los que no pueden defenderse…
¿Por qué relaciono la crianza respetuosa con la Arteterapia?
Porque la Arteterapia es autoconocimiento, y el autoconocimiento te lleva al descubrimiento de las emociones.
Conoces el origen y efecto que tienen esas emociones en ti. Y desde ahí es más fácil empatizar con los demás. Más cómodo tomar decisiones desde lo que te hace feliz y puede hacer felices a los demás. Más fácil llevar el respeto como bandera en tu manera de relacionarte contigo mismo y con las personas que te rodean.
La crianza basada en el respeto es la que iguala a todos los miembros de la familia. Es mantener una democracia.
Es evidente que los más pequeños de la casa no podrán tomar decisiones que son responsabilidad de los padres. El respeto no es sinónimo de “jauja”, es sinónimo de que todas las aportaciones y opiniones son válidas.
Aunque para mantener el equilibrio los adultos tienen la última palabra (al igual que en una democracia, los menos de edad no pueden votar porque se supone que llegada esa edad son responsables de sus decisiones).
Criar respetuosamente significa que las emociones que viven tus hijxs son exactamente igual de importantes que las tuyas.
Que lo que siente es tan importante como lo que sientes tú. Y tú, como el adulto que eres, puedes ayudar a gestionar y llevar a buen puerto las emociones de tu hijx para que se sienta seguro, importante en su propia vida.
En definitiva, tener una buena autoestima. Aprovecho para dejarte este video y el link al post en el que te hablo de 6 herramientas para aumentar la autoestima de tu hijo, por si fuese de tu interés:
Cómo trabajar el respeto con Arteterapia
1. Permite la exploración
El autoconocimiento va de eso. De explorar y descubrir los efectos de los actos. Cuando son pequeños permite que exploren, en el juego, en los cuentos, en el dibujo, en el baile.
Necesitan mucha información a nivel sensorial (del sentido del tacto, vista, equilibrio, reconocimiento de las partes del cuerpo…). Facilítale material si lo necesita, pero sobre todo, facilítale espacio físico y mental.
Reduce tus “te vas a caer”, “te vas a poner perdido”, “qué torpe”, “así no es”. No le ayudan y no te ayudan.
- ¿Y le dejo hacer de todo?
Tú eres el adulto, decide qué sí y qué no.
Pero si se ha subido a un sitio alto en el que sospechas que se caerá puedes acompañarlo con dos actos: Avísale de que tiene que estar atento porque puede caerse (importante este paso, le explicas que una posibilidad es que se caiga, el otro 50% es que no se caiga. Es distinto a la premonición de “te vas a caer” ahí no hay otra posibilidad.
El otro acto es acompañarlo físicamente y tenderle cerca la mano, y el cuerpo si es necesario por si necesitas parar un golpe. Eso te obliga a reducir tu tiempo de relax en el sofá o en el banco del parque hablando con otras madres, pero respetar tu espacio y su autoestima vale la pena, te lo aseguro.
2. Respeta su creatividad
Sus dibujos son abstractos, su teatro dadaísta, y su mundo interior carece de lógica. ¡Siéntete orgullosx! No es necesario forzar el sentido lógico de las cosas. En el desarrollo humano llega el momento en el que necesitan comprender e imitar la lógica. Hasta que no llegue, disfruta de su rico mundo interior.
3. No guíes la actividad
Escucha y observa, y cuando se pierda, ayuda.
Si sabes que en su acto existirá una consecuencia natural (si monta una torre con el centro de gravedad desviado y sabes que caerá en breve) espera a que ocurra.
Si necesita tu ayuda para empezar un juego (porque le cuesta jugar sólo o porque está en una época en la que su autoestima se ha visto tocada y siente que sus ideas no son válidas) ayúdale, pero poco a poco ves cediéndole el protagonismo con preguntas de cómo quiere que siga el juego.
4. Participa, imita y expresa tus pensamientos y emociones
En el juego y en la vida real. Eres una brújula estupenda para que tu hijx se guíe por lo que sientes, qué te lo ha provocado y qué decisión vas a tomar. Desarrolla tu empatía y explícale las conclusiones a las que llegas.
5. Valora la imaginación
Todo empieza con una idea. Frases como “qué idea más original”, “me gusta cuando piensas por ti mismo” sirven para favorecer la imaginación, y sobre todo, la comunicación entre vosotrxs.
Como ya he dicho, esta crianza no trata de ser permisivo a todo lo que dice tu hijx, pero sí de hablarle con respeto.
Si alguna de sus ideas es descabellada siempre puedes explicarle que transgrede una norma que hay que respetar, o encauzar la idea hacia otra factible:
“Quizás no es la mejor idea que has tenido, ¡pero puede mejorarse!”.
6. Potencia el esfuerzo
En muchas situaciones de la vida aprendemos a base de ensayo y error.
Aquí la crianza respetuosa se lleva la palma, porque acogemos con respeto la frustración de un plan fallido y le damos la importancia que merece.
Personalmente, en casa, somos muy fans de mostrar la importancia del esfuerzo para conseguir lo que deseamos.
Nuestros hijos ven habitualmente que las cosas no salen a la primera, ni a la segunda. Y tras la sorpresa y la frustración inicial, lo único que queda es seguir en la misma dirección, observan cómo meditamos y planeamos las mejoras, esperando que en la siguiente ocasión logremos el éxito que buscamos.
Y esto ha sido todo por mi parte.
Espero que te haya animado para practicar la crianza respetuosa en tu hogar.
Siéntete libre para comentar y gracias por tu tiempo.